Éxodo 14:14 es una poderosa promesa de Dios para sus hijos: no estamos solos en la batalla, porque Él pelea por nosotros.
Cuando el pueblo de Israel se encontró atrapado entre el mar Rojo y el ejército egipcio, el miedo los invadió. Pero Dios les dijo que confiaran en Él y permanecieran tranquilos, porque Él libraría la batalla. Y así lo hizo, abriendo el mar para que cruzaran en seco.
Hoy, esta promesa sigue siendo real. No importa el problema o la lucha que enfrentes, Dios pelea por ti. No te desesperes ni temas; descansa en Él y confía en su poder. ¡La victoria está en sus manos!