Nahúm 1:7 nos recuerda tres verdades fundamentales: Dios es bueno, es nuestra fortaleza en los momentos difíciles y conoce a quienes confían en Él.
En tiempos de angustia, podemos sentirnos débiles o sin esperanza, pero Dios nos ofrece su fuerza y protección. No importa cuán grande sea la tormenta que enfrentemos, su bondad nunca cambia y su cuidado es constante.
Si hoy atraviesas una prueba, descansa en esta promesa: Dios te conoce, te ama y es tu refugio. Confía en Él y encontrarás paz en medio de cualquier dificultad. ¡Él nunca te fallará!