Isaías 40:29 nos recuerda que Dios es la fuente inagotable de nuestra fuerza. En momentos de cansancio, cuando sentimos que ya no podemos más, Él nos renueva y nos da el impulso para seguir adelante.
Nuestra propia energía y fuerzas son limitadas, pero el poder de Dios es infinito. Él no nos deja solos en nuestras luchas, sino que nos fortalece cuando nos rendimos a Él.
Si hoy te sientes agotado, confía en Dios. Entrégale tus cargas y permite que su poder te levante. En Él siempre hay fuerzas nuevas para seguir adelante. ¡No estás solo!
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