Salmos 23:1 es una declaración poderosa de confianza en Dios. Al decir “Jehová es mi pastor”, David reconocía que Dios cuida, guía y protege a su pueblo, así como un pastor lo hace con sus ovejas. La imagen de un pastor nos habla de amor, provisión y dirección.
Cuando confiamos en Dios como nuestro Pastor, podemos vivir con seguridad, sabiendo que Él suple nuestras necesidades. No significa que nunca enfrentaremos dificultades, sino que en medio de ellas, Dios nos sostendrá y nos dará lo necesario para seguir adelante.
Si hoy te sientes inseguro o falto de algo, recuerda esta promesa: Dios es tu Pastor y Él nunca te dejará desamparado. En Él encontramos descanso, provisión y paz.