A menudo intentamos controlar nuestra vida basándonos en nuestra propia lógica y experiencia, pero Proverbios 3:5-6 nos enseña a confiar plenamente en Dios. Él conoce el camino mejor que nosotros y tiene un plan perfecto para nuestra vida.
Cuando aprendemos a depender de Dios en cada decisión y a reconocerlo en todo lo que hacemos, Él endereza nuestro camino, quitando obstáculos y guiándonos hacia lo mejor.
No se trata de entenderlo todo, sino de confiar en Aquel que lo sabe todo. Entrégale tus planes a Dios y camina con la certeza de que Él te llevará a buen puerto. ¡Su dirección nunca falla!