Salmos 9:9 nos recuerda que en tiempos de angustia y dificultad, Dios es nuestro refugio seguro. Cuando el mundo nos deja sin respuestas y las preocupaciones nos abruman, podemos correr a Él en busca de paz y fortaleza.
Este versículo es una promesa de protección para todos los que confían en el Señor. No importa la situación que estemos enfrentando, Dios no nos deja solos. Él es nuestro amparo en los momentos más oscuros y nuestro consuelo en medio del dolor.
Si hoy sientes carga en tu corazón, acércate a Dios. Él es tu refugio, tu paz y tu fortaleza en todo momento. ¡Confía en Él!