Salmos 34:17 es una promesa de esperanza para todos aquellos que confían en Dios. No importa cuán grande sea la dificultad o cuán profunda sea la angustia, cuando clamamos a Él con un corazón sincero, Él nos escucha y nos responde.
Dios no es indiferente a nuestro sufrimiento. Su amor y poder son suficientes para librarnos, ya sea dándonos fortaleza para enfrentar la prueba o abriendo un camino de salida.
Si hoy sientes carga en tu corazón, clama al Señor. Él oye tu voz, conoce tu necesidad y está listo para actuar a tu favor. ¡Confía en su fidelidad!