Romanos 12:12 nos da tres claves para enfrentar la vida cristiana con firmeza: la alegría en la esperanza, la paciencia en la prueba y la constancia en la oración.
La esperanza en Dios nos llena de gozo, porque sabemos que sus promesas se cumplirán. La paciencia en la tribulación nos fortalece, pues confiamos en que Él tiene el control. Y la oración constante nos mantiene en comunión con Él, recibiendo su dirección y fortaleza en todo momento.
Cuando enfrentemos dificultades, recordemos este versículo. Si perseveramos en la fe, nuestra esperanza será inquebrantable, y Dios nos sostendrá en cada paso del camino.