Nehemías 8:10 nos recuerda que el verdadero gozo proviene del Señor y es nuestra fuente de fortaleza. No se trata de una felicidad pasajera basada en las circunstancias, sino de una alegría profunda que solo Dios puede dar.
Cuando enfrentamos desafíos, preocupaciones o momentos difíciles, podemos sentirnos débiles. Pero el gozo que Dios nos da nos renueva, nos sostiene y nos da la fuerza para seguir adelante.
Hoy, en medio de cualquier situación, elige aferrarte al gozo del Señor. Al confiar en su amor y promesas, encontrarás la fortaleza para superar cualquier obstáculo. ¡Su gozo es tu fortaleza!
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