Filipenses 4:13 nos recuerda que nuestra verdadera fuerza no proviene de nuestras habilidades o circunstancias, sino de Cristo. A veces enfrentamos desafíos que parecen imposibles, momentos de debilidad o pruebas que nos desgastan, pero este versículo nos asegura que, con Jesús, nada es inalcanzable.
Cuando dependemos de Él, encontramos la fortaleza para seguir adelante, la paciencia para esperar y el coraje para enfrentar cualquier situación. No es nuestra capacidad, sino su poder en nosotros lo que nos permite vencer.
Confía en Cristo, porque en Él, todo es posible. ¡Sigue adelante con fe y valentía!