Romanos 5:1 nos recuerda que, por la fe en Jesucristo, hemos sido justificados y ahora tenemos paz con Dios. Ya no vivimos bajo condenación ni separación, sino que hemos sido reconciliados con Él.
Esta paz no es solo ausencia de conflictos, sino una relación restaurada con nuestro Creador. Es el descanso del alma al saber que, gracias a Jesús, somos perdonados y amados.
Si alguna vez dudas de tu lugar en Dios, recuerda que tu justificación no depende de tus obras, sino de la fe en Cristo. Vive en la paz que Él te ha dado y camina con confianza en su gracia. ¡Eres suyo para siempre!
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