En Juan 16:33, Jesús nos advierte que en este mundo enfrentaremos dificultades, pero también nos da una promesa poderosa: en Él podemos tener paz.
Las pruebas y los problemas son inevitables, pero no deben robarnos la confianza. Jesús ya ha vencido al mundo, derrotando el pecado, la muerte y toda adversidad. Si permanecemos en Él, su victoria también es nuestra.
Cuando enfrentes momentos difíciles, recuerda esta verdad: no estás solo, y la paz de Cristo está disponible para ti. ¡Confía en Él y vive con la seguridad de que su victoria es mayor que cualquier aflicción!